miércoles, 11 de abril de 2018

Autoconocimiento

Imagen: Pinterest.
 "No conozco mayor valor que el necesario para mirar dentro de uno mismo" Osho.
                                 

Las clases de psicología en el colegio, eran las horas más aburridas, había como cierto rechazo por parte de todos, ya que sabían que tendrían que tener talleres grupales, mirarse a los ojos y responder preguntas incómodas: ¿quién soy?, ¿cuáles son tus virtudes?, ¿cuáles son las virtudes de tus compañeros?, entre otras.

¿Por qué es tan fácil describir a otros casi desconocidos y no a nosotros mismos?. La lista de debilidades era muy larga, pero para escribir la primera virtud, tardaban más de media hora, seguro que solo tenían como máximo tres escritas y teniendo la ayuda de algún compañero.

No se valoran esas clases; seguro que se reducirían las víctimas de bullying si los chicos se conociesen a sí mismos, así no le darían valor a los calificativos, y hasta estoy segura que los insultos y vejaciones serían escasas, ya que si te conoces, estás en la capacidad para discernir y valorar tus propios actos.

Una persona que tiene una autoestima sólida, que sabe lo que quiere y que basa sus objetivos en sus capacidades y consiente de sus debilidades, es una persona que inspira confianza e inspira superación. Nos intimidamos cuando tenemos que hablar de nosotros mismos, pero si para entablar confianza con un desconocido, solemos esperar hasta conocerle bien, ¿cómo no vamos a hacer lo mismo con nuestro propio ser?.

El autoconocimiento es ese proceso introspectivo que tememos. ¿Y si no me llego a gustar?, ¿y si no soy tan bueno como creía?.  Vale la pena el riesgo, conocer lo que somos con sus consecuencias, porque al final, siempre será positivo el describirte, el conocer el ser que está en constante evolución, el identificar los fallos para transformarlos, y las capacidades para seguir potenciándolas. 

Cuando conocemos a alguien y le preguntamos ¿quién eres?, solemos recibir la respuesta socialmente correcta, una descripción del cargo laboral o simplemente el nombre y apellido; pero si esa pregunta fuese dirigida al espejo, ¿qué respuesta obtendrías?.




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